Ni las rotaciones antes de recibir a Boca ni el esperado efecto Maradona pudieron frenar a un River que llegaba con algunas dudas en la Superliga antes del importantísimo encuentro de Copa Libertadores.
En el Bosque de La Plata se abonaron al dicho de 'a la tercera la va la vencida', pero fue todo un espejismo. Y eso que los pupilos del 'Diez' entraron al campo mucho mejor que los 'millonarios'.
Sin embargo, para eso está la magia de Marcelo 'Napoleón' Gallardo. Justo cuando peor lo estaba pasando el cuadro Núñez, apareció Nacho Scocco para dar una clase magistral.
No paró de bajar balones en ataque, pero siempre faltaba que el último pase fuese preciso. Eso lo solucionó Carrascal, que entró como un rayo desde segunda línea.
El colombiano recibió el balón de Scocco y se quedó en un mano a mano ante Martín Arias y definió cruzado. Lejos de hundirse, el pundonor de los de Maradona afloró con rabia.
Tijanovich fue el que tuvo la más clara. Tras controlar el balón dentro del área, prefirió intentar el regate ante Bologna en lugar de disparar. No le salió y desató la ira de Maradona en el banquillo.
Las ocasiones del 'Lobo' se fueron sucediendo, pero sus mordicos fueron una y otra vez detenidos por Bologna, uno de los nombres destacados del cuadro 'millonario'.
Ya en la segunda mitad, River se asentó el choque. Consiguió bajar el ritmo del partido mientras que Maradona no paró de levantarse de su banquillo conforme iban pasando los minutos.
Poco después de que Ayala marrase una nueva ocasión para el 'Lobo', llegó la sentencia. Nacho Scocco tuvo su premio tras un mal rechace de la defensa de Gimnasia y batió a Arias en el mano a mano.
A pesar de los dos goles de diferencia, los de Maradona no le perdieron la cara al partido y obligaron a Bologna a hacer dos intervenciones más antes de que el árbitro pitase el final.
Maradona no consigue hacer que Gimnasia levante cabeza, mientras que River endereza el rumbo con los suplentes antes de medirse a Boca Juniors en la Copa Libertadores.