El Eibar respira. Segunda victoria consecutiva para el conjunto de José Luis Mendilibar, esta vez para un Granada que se agarró a Soldado pero que despide sus opciones de soñar con Europa.
Controló y bailó el Eibar en el Nuevo Los Cármenes al ritmo de Orellana. Vio la luz con el chileno, que en el que pudo ser su último partido como 'armero', pues acaba contrato el 30 de junio.
Pero no fue el chileno el que abrió la lata, sino un De Blasis que se sacó una genialidad de la manga. El argentino, tras un error de Germán y un gran pase de Kike García, se plantó solo ante la salida de Aarón. El 'armero', lejos de recortar, puso la bota por debajo y realizó una preciosa vaselina que hubiese maravillado a los aficionados de estar presentes.
Dominó el Eibar con suficiencia ante un Granada que erraba en pases fáciles en el centro del campo. Se dio cuenta Diego Martínez, que al descanso quitó a Eteki para meter más mordiente en ataque.
Entró Soldado en la segunda mitad y, en el primer balón que tocó, le dio la razón a su técnico. Cabeceó el delantero un gran centro de Puertas para llevar el nerviosismo al banquillo 'armero'.
Fueron los mejores minutos del Granada hasta que Kike García avisaba de que iban a por la victoria. Marró el delantero del Eibar la ocasión más clara del partido, con todo a favor, pero la envió demasiado alta.
Fue el aviso antes de que el propio Kike García, que siempre da la sensación de estar con la gasolina al mínimo pero que cumple, utilizase su cuerpo para darse la vuelta en el área y batir a un Aarón al que se le vieron los nervios en el Nuevo Los Cármenes.
El paso de los minutos sirvió para refrendar por qué el Granada está en mitad de tabla. Tuvo ocasiones para empatar y solo la diosa Fortuna, o más bien Dmitrovic, impidieron el empate. Especialmente clamorosa fue una de Carlos Fernández que sacó el cancerbero 'armero'.
Ríe y sonríe el Eibar con el triunfo. Lloran el Mallorca, el Leganés y el Espanyol, que ven cada vez más lejos la salvación en una titánica lucha en menos de dos meses.