Los primeros partidos del cuadro 'armero' parecían asequibles para sacar puntos en los compases iniciales del campeonato, pero no se consiguió. El estreno, a domicilio, se solventó con una derrota ante un Mallorca que está muy lanzado tras ascender desde Segunda.
Osasuna, otro recién llegado de la categoría de plata, no se dejó doblegar y consiguió que un punto se quedara en El Sadar. Ello dejó al plantel con uno solo en su casillero y el Atlético de Madrid en el horizonte, uno de los equipos más potentes de la competición.
A pesar de que el encuentro se resolvió en los minutos finales gracias a una jugada estratégica de gran calidad por parte del Cholo Simeone, los de Mendilibar lo dieron todo. No fue suficiente, pues cayeron en el Wanda Metropolitano por 3-2.
Con estos precedentes, el club está en uno de sus peores arranques de la historia. De hecho, en caso de no ganarle al Espanyol en el choque de este fin de semana, un comienzo de los más malos se convertirá en el peor de los últimos 13 años.