Después de sufrir una dolorosa derrota en el Santiago Bernabéu, el Eibar ya tiene los cinco sentidos puestos en la visita a Anoeta. La Real espera a los de Mendilibar con muchas ganas.
Y es que un derbi es un derbi y aún más si es vasco. Pero lo curioso del caso es que el equipo 'armero' no sabe lo que es celebrar un triunfo en el campo del conjunto 'txuri urdin' en la máxima categoría.
Se han visto las caras en cuatro ocasiones en Primera y ha caído en todos los compromisos. El Eibar no ha tenido la oportunidad de acariciar la victoria y tiene como objetivo tomar el bastión de la Real por la fuerza.