Seis minutos necesitó el Leganés para adelantarse en el marcador. Seis minutos en los que hubo tiempo para que el Eibar viese su primera amarilla del partido y para que En-Nesyri adelantase al conjunto 'pepinero'.
La jugada del gol del internacional marroquí fue como el partido en sí, caótica, trabada, con el punto de fortuna necesario para que lo que está abocado al fallo acabe en gol.
En-Nesyri recogió un rechace en el área, pero necesitó de dos intentos para batir a Dmitrovic y adelantar al Leganés. Sin embargo, la alegría duró poco en Butarque.
Porque once minutos después, en el 17', Charles igualaba la contienda para el Eibar. Naufragó la defensa del Lega, y el brasileño remató de cabeza completamente libre de marca, para establecer el empate a uno en el marcador.
Los nervios estaban a flor de piel, como se vio antes y después del tanto del empate. En medio de ese caos, Fabián Orellana trataba de brillar con luz propia, y el Leganés, por puro orgullo, buscaba un triunfo aún más necesario que antes.
El Leganés, pese a todo, se fue apagando con el paso de los minutos, y el Eibar fue ganando fuerza y peso en el partido, pero el descanso llegó sin que el marcador volvier a moverse.
La segunda parte fue más difícil de degustar. El fútbol, espeso y sin brío, fue el claro reflejo del juego de dos equipos que parecían más preocupados por no perder que por ganar. Y eso que el empate les servía para poco a ambos.
Hubo que esperar al 67' para volver a ver una clara ocasión de gol, un disparo de Rosales que no vio puerta por poco. Pero prácticamente eso fue lo que aportó el Leganés al juego.
El cuadro 'pepinero' estaba atenazado, bloqueado. Mental y físicamente. Y pasó lo que suele ocurrir en estos casos, cuando el miedo se adueñaba del partido. Que llegó el rival y marcó.
El Eibar había comenzado a rondar, en torno al último cuarto de hora, la meta rival, y en el 84', tras una contra de libro, Orellana encontró a Kike y este batió a Cuéllar para dar el triunfo al Eibar con un buen gol.
El Leganés no pudo reaccionar al gol. Se quedó en 'shock'. Había visto cómo el Eibar le remontaba, por un error clamoroso de su defensa y por una contra que nunca debió ocurrir.
Dormirá el Leganés como colista de Primera División una jornada más, con cinco puntos de 36 posibles, fruto de un único triunfo y dos empates. El Eibar, con esta victoria, respira y se mantiene en la decimocuarta posición, con 15 puntos, seis por encima del descenso.