Poco más de dos décadas han pasado entre uno de los peores momentos de la historia del Manchester City y el mejor, con el equipo triunfador de casi todo en la pasada campaña y cerca de los cuartos de final de la Champions League en la presente.
El 30 de mayo de 1999, el conjunto 'citizen' se jugaba volver a Segunda División después de que una pésima planificación acabara con el equipo en Tercera.
Probablemente, la etapa de los magnates nunca hubiera llegado -incluso habrían elegido otro equipo- si ese día el Manchester City no hubiera logrado volver al Championship.
Y la moneda pudo salir cruz, pues en aquel 'play off', a un partido, el Gillingham ganaba 2-0 en el minuto 90. Fue entonces cuando el City sacó la fuerza del escudo y levantó el partido al modesto equipo.
En el último minuto, Horlock apareció para meter en el partido al City. Luego, Paul Dickov, en el 95', puso el empate a dos definitivo en Wembley. Como suele suceder en estos casos, el City tuvo las cosas de cara y se ganó el ascenso en los penaltis, tras imponerse por 3-1.
Apenas nueve años más tarde, el equipo 'citizen' estaba fichando en el Real Madrid a Robinho. Una ilusión que nunca pudo existir de no haber tenido lugar antes ese 30 de mayo de 1999.