El partido estaba perdido, pero el Shimizu S-Pulse se encargó de rubricar su derrota con un libre directo desperdiciado de una manera absurda. Dos compañeros intentaron estorbar al portero y la barrera rivales e hicieron el ridículo.
Perdía el equipo de Lotina por 2-0 cuando, en el añadido, dispuso de una falta a favor. El Consadole Sapporo colocó a cuatro en la barrera, un quinto tumbado y un sexto en las inmediaciones de la misma.
Era una falta peligrosa, justo en la frontal, dentro del balcón del área. Quizá demasiado cercana para tirarla a colocar, pero a la distancia perfecta para pegarle a romper por un hueco.
Ahí entran en juego nuestros dos protagonistas, los dos compañeros del lanzador que, tratando de aprovechar y explotar la norma que permite colocarse a un metro de la barrera rival para estorbar, intentaron abrir un hueco para el disparo.
May 25, 2021
Se colocaron como penitentes, de rodillas delante de la barrera, y esperaron el lanzamiento. Cuando este se produjo, se tiraron al suelo. La idea era perfecta. Tapaban la visión al portero entre las rendijas de su barrera, y se quitaban en el último instante para que el zapatazo se colase por ahí.
Pero el lanzador no estuvo acertado. El tiro le salió muy raso y pegó de lleno en la cabeza de uno de sus compañeros. La escena tuvo un hilarante giro final, al terminar todos los del Shimizu S-Pulse mirando al balón, incrédulos. ¿Qué había salido mal? En resumen, todo.