El Leyton Orient, un histórico club inglés, entonces llamado Clapton Orient, dio una vergonzosa imagen allá por las Navidades del 1931. Todos los jugadores del equipo se presentaron a un partido con evidente estado de embriaguez. Estos hechos se dieron en el Vitality Stadium (entonces Dean Court), feudo del Bournemouth.
De esta inolvidable escena, hacen casi cien años. Por aquel entonces, no había tanto control y rigidez como en la actualidad. Lo que pasó aquel día en Bournemouth no sucedería si ocurriese hoy, pero eran otros tiempos.
Los futbolistas se citaron en la estación de tren de Waterloo, para tomar el transporte público con dirección a la sede de ese partido. Todos 'the Os' estaban altamente afectados por la ingesta de alcohol, pero siguieron adelante con el trayecto.
Por muy sorprendente que parezca, el entrenador de aquel Leyton Orient, lejos de reprimirles su actitud, les obsequió con otro barril de alcohol. Entonces, tomaron rumbo a Bournemouth.
Desde el primer momento se vio que el estado de los jugadores no era el apto para disputar un partido de fútbol. Sorprendentemente, la derrota sólo fue de dos a uno, un resultado para enmarcar si se ha obtenido por un equipo que jugó con once futbolistas borrachos ante otros once sobrios.
Aunque no todos los precedentes de jugar un partido con embriaguez no son malos. También dio la vuelta al mundo el partido en el que un ebrio Eden Hazard hizo tres goles durante su etapa en el Lille.