Esta persona fue reducida en primera instancia por los propios aficionados y por dos agentes de los Mossos d'Esquadra que estaban fuera de servicio.
En un comunicado, el club ha subrayado que cumple "todas las previsiones necesarias que marca la normativa vigente" para sus accesos a la instalación.
De todos modos, el Espanyol ha reflexionado en dicho comunicado sobre la viabilidad económica y el tiempo que supondría "extremar todavía más las medidas de seguridad en los accesos, teniendo en cuenta el no vulnerar el derecho de las personas a su intimidad corporal".
Por otra parte, el club ha explicado que "condena rotundamente" los cánticos "de una parte ínfima de los espectadores a distintas personas" en los dos últimos partidos en Cornellá-El Prat, ante Atlético y Barcelona.
Asimismo, ha mostrado su compromiso para "erradicar totalmente estos comportamientos de las gradas".