Los Wolves no jugaban en Wolverhampton, sino en Middlesex y el Espanyol hacía lo propio en Sarrià. Hace 95 años desde la última vez que el cuadro catalán derrotó al conjunto inglés y los 'pericos' esperan repetir aquel resultado histórico.
Como apuntó 'AS', el equipo británico fue uno de los primeros en hacer giras por Europa y pocos le podían hacer sombra. Tanto fue así que, en sus inicios, establecieron la norma de parar si anotaban nueve goles.
Pese a su notoria superioridad, el doble enfrentamiento que se vivió los días 23 y 24 de mayo de 1925 en Sarrià fue muy distinto a lo que los Wolves estaban acostumbrados. El Espanyol venía de un pésimo nivel de juego, aunque se impuso en el primer encuentro por 1-0 gracias al gol que anotó Martí Ventolrà.
A las cinco de la tarde del día posterior se enfrentaron ambos equipos y los dos repitieron alineaciones. No hubo color en el choque y el encuentro acabó en un contundente 5-0, un precedente para la esperanza.