Según diferentes versiones aparecidas en las redes sociales, la pelea se produjo al término del partido ante el Villarreal y entre aficionados del Espanyol.
Todo se inició cuando un aficionado exhibió una bandera estelada lo cual derivó en un pelea en la que tuvieron que mediar los servicios de seguridad del club blanquiazul.
El conflicto tuvo lugar al finalizar el partido contra el Villarreal. La seguridad privada, en mayor medida, y los Mossos tuvieron que intervenir para disolver el problema e incluso se produjo algún herido grave.
La entidad ha expresado su "condena más absoluta" a cualquier tipo de violencia física o verbal.