Partido especial el que se vivió en el RCDE Stadium. En un partido marcado claramente en dos partes, una para cada equipo, el encuentro acabó finalmente en empate en el estreno de la Europa League.
Se adelantó el Ferencvárosi con fortuna. Y es que, en una rápida jugada comandada por Isael, el hombre más peligroso del conjunto húngaro, Javi López se metió el balón en su propio arco al intentar desviar un centro que buscaba a Nguen.
Mejoró el Espanyol con el paso de los minutos. Lejos de lo normal, el gol le sentó bien al conjunto 'perico', que tras unos minutos de zozobra comenzó a rondar el área de un Dibusz dubitativo.
Entre Wu Lei y el 'Monito' Vargas volvieron loca a la defensa del Ferencvárosi, especialmente en la segunda mitad. Y es que en la primera ambos conjuntos se buscaron las cosquillas sin llegar a encontrársela.
Apretó las tuercas David Gallego en los vestuarios. Salió mucho más enchufado el cuadro 'perico', consciente de que dependía de ellos poder remontar el partido y conseguir los primeros puntos.
La entrada de Calleri dio incluso más alas al ataque del Espanyol. Liberó a Wu Lei para mandarlo a la banda y así crear más peligro. Fueron los mejores minutos del cuadro local, que con el tridente ofensivo comenzó a rondar el gol.
Lo consiguió finalmente con un gol no exhento de polémica. Un jugador del Ferencvárosi estaba tumbado en el área cuando el 'Monito', sin poder verlo, remató de cabeza. El balón quedó muerto junto al palo después de que Dibusz lo frenase, pero llegó rápido el argentino para macar el empate.
El Espanyol se creció y fue en busca del gol de la victoria. Lo mereció el conjunto 'perico', que encerró en su propia área al Ferencvárosi. Calleri, Vargas, Wu Lei, una madera de Granero, Campuzano... todos ellos lo intentaron pero no pudieron marcar ante la fortuna del conjunto húngaro, desaparecido en la segunda mitad.
Finalmente, el Espanyol y el Ferencvárosi se repartieron los puntos en un entetenido encuentro y en el que cada equipo dominó una mitad. Primer punto para coger alas de cara al sueño europeo.