De villano a héroe en apenas quince días. Es lo que ha ocurrido con Stanislav Cherchesov en Rusia. No entendían sus compatriotas por qué seguía al frente del combinado nacional.
Rusia disputó cuatro amistosos antes del Mundial, dos en marzo y dos en junio. No ganó ninguno, y la impaciencia se adueñó de los rusos. El temor a hacer el ridículo en el Mundial, en su Mundial, estuvo a punto de costarle el cargo.
Pero la Federación le mantuvo. Ya habría tiempo para cercenar su cabeza si la cosa se torcía. Y la gran cita empezó. Con un 5-0 a Arabia que dejó a todos estupefactos.
¿Esta es la misma Rusia que cayó contra Austria? ¿La que encajó seis goles de Brasil y Francia? ¿La que no pudo pasar del empate ante la desnortada Turquía? Sí, la misma Rusia.
Los tres goles a Egipto confirmaron que Rusia estaba llamada a dar la nota en su Mundial, y la derrota ante Uruguay fue vista por muchos como una bendición. Rusia cayó en el 'lado amable' de los octavos, y jugaría en Moscú contra España. Negocio redondo.
1 de julio de 2018
Ahora, tras haber eliminado a 'la Roja', aunque fuera por penaltis, Stanislav Cherchesov ha pasado a ser poco menos que un héroe nacional. En Rusia no faltan, pero siempre hay sitio para un ídolo más.
Y los mismos periodistas que hace dos semanas pedían su cabeza, ahora se ponen su bigote en señal de respeto. Algunos pasan de golpe de héroes a villanos. Cherchesov ha hecho el camino a la inversa.
1 de julio de 2018