En la temporada 2011-12, el equipo estaba en la Ligue CFA 2, lo que equivale a la quinta categoría del país. En junio de 2012, Marc Keller, ex futbolista del Estrasburgo, optó por comprar la entidad por la cantidad simbólica de un euro.
Se enfrentaba un déficit de 1,4 millones de euros que logró abonar, además de las necesidades de capital, que rondaban los 850.000 euros. Pero nada parecía ser un obstáculo para él, que logró revitalizar el apartado económico.
Desde entonces, el club comenzó a resurgir. Esa misma campaña fue cuando logró el primer ascenso a la Ligue CFA, la Cuarta División del fútbol francés. Tampoco fue un impedimento para ellos.
En la 2013-14 ya lograron estar en la National, Tercera División. Esta sí se les resistió algo más. No fue hasta la 2015-16 cuando lograron el ascenso a la división de plata, la Ligue 2. Solo tuvieron que esperar un año para conseguir llegar a la Ligue 1.
Tras un primer curso en el que salvó la categoría, el glorioso año del Estrasburgo parece haber llegado en esta 2018-19. En la décima posición de Liga, logró plantarse en la final de la Copa de la Liga, donde se medía al Guingamp.
Más de 20.000 aficionados del equipo acompañaron al club en la gran final en la que lograron coronarse como campeones. Ocho años han pasado desde que estuvieron al borde de la desaparición. Cosas como esta hacen del fútbol un deporte casi inigualable.
30 de marzo de 2019