El contrato de Barkley termina en junio de 2018 y en el Everton ya trabajan a toda máquina para resolver su futuro. Sam Allardyce, técnico del cuadro inglés, ya ha dejado claro que no se opondrá a las decisiones que tome el club con respecto al jugador. Por lo que la responsabilidad recae exclusivamente en la directiva.
Por ahora, la opción que suena con más fuerza es la del traspaso y, en este sentido, Barkley ya cuenta con varios pretendientes interesados en él. Chelsea o Tottenham son algunos de ellos.
Hay que recordar que ya en verano se valoró su salida del Goodison Park, sin embargo, su elevado precio -40 millones de euros- impidió llevar a cabo la operación. Esta vez, el delantero está valorado en 22 'kilos', lo que le convierte en una ganga, teniendo en cuenta que es considerado una de las estrellas de la Premier.