Después de dejar ciertas dudas en el estreno en Copa del Rey ante el Cacereño, partido que resolvió Rodrygo con una genialidad, el Madrid se pegó el primer patinazo en este 2023 en La Cerámica (2-1), territorio comanche para los blancos en los últimos años.
El equipo 'merengue' no sabe lo que es ganar a domicilio al Villarreal desde el año 2017, en un duelo que acabó 2-3. Desde entonces, los de Concha Espina cuentan sus visitas por empates o derrotas. Este sábado, el pinchazo fue con todo merecimiento tras verse superado por un gran 'submarino amarillo'.
La polémica no pasó desapercibida, ya que hubo mucha discusión en relación a los dos penaltis señalados por mano, una de Foyth y la otra de Alaba. Al margen de esto, el Madrid tiene que darse cuenta de lo que se le viene encima.
Y es que la temida cuesta de enero no ha hecho más que empezar para el conjunto blanco. Desde el inicio del año hasta finales de febrero, los de Ancelotti, en el mejor de los casos, podrían jugar 16 partidos en 54 días.
Tras ganar al Cacereño y caer ante el Villarreal, la próxima parada del Madrid es la Supercopa de España. En la semifinal se medirá al Valencia y si le gana se enfrentaría a Barcelona o Betis en la final.
Una vez termine este torneo para los blancos, la Copa del Rey entra de nuevo a escena y el equipo 'merengue' tendrá que volver a La Cerámica para vengarse. Si pasa de ronda, hay que añadir un encuentro más -el de cuartos de final- así como otro si se cuela en las semifinales.
Y entre tanto, el Madrid disputará sí o sí seis partidos ligueros que serían siete dependiendo de si se mete en la final del Mundial de Clubes, competición que se disputa entre el 1 y el 11 de febrero en Marruecos.
Si ya el calendario está más que apretado, también hay que añadir la llegada de la Champions. Los blancos iniciarán la ronda de octavos en Anfield frente al Liverpool (21 de febrero). Empieza lo complicado, pero también lo bueno para el campeón de Europa.