El Real Betis ha certificado por tercera campaña consecutiva su clasificación para competiciones europeas y con toda probabilidad estará el próximo 1 de septiembre en el bombo 2 del sorteo de la fase de grupos de la Europa League, cuya clasificación ya tiene virtualmente conseguida tras los resultados de la última jornada pese a derrota del miércoles ante el Getafe (0-1), que puso sordina a la fiesta prevista en el Villamarín.
Y es que tras los triunfos precedentes ante Athletic y Rayo, el empate en el último derbi disputado en el Sánchez Pizjuán valía su peso en oro para los verdiblancos, ya que el punto les permitía mantener a distancia a todos sus perseguidores e impedía a su eterno rival sumar los tres que le tendrían en este momento con plaza europea vía Liga -la séptima- antes de disputar la final de la Europa League el miércoles próximo en Budapest, donde se juegan a una carta el éxito o el fracaso de la temporada. De haber perdido el derbi, los verdiblancos no tendrían hoy ni la plaza de Conference asegurada y se lo jugarían todo en las dos últimas jornadas.
Esta es la primera vez en la historia que el Real Betis se clasifica por tercera temporada consecutiva para competiciones europeas, y la tercera vez que firma tres campañas seguidas clasificándose entre los seis o siete primeros, pues solo había ocurrido antes en 1933-34-35, a las órdenes de Patrick O’Connell -con el que ganó LaLiga de 1935-, y en el trienio 1980-81-82, con Luis Cid Carriega los dos primeros años y Rafa Iriondo el tercero. Manuel Pellegrini es el primer técnico de la historia que logra meter tres años seguidos al equipo en Europa -ningún técnico lo había logrado dos veces consecutivas- y Ángel Haro, el primer presidente bajo cuyo mandato se logra este hito.
En el trienio de 1935 (el Betis fue quinto, cuarto y primero) el presidente era Antonio Moreno Sevillano, y en el de 1982 (quinto, sexto y sexto, aunque solo una vez clasificado para la UEFA), Juan Manuel Mauduit. En este trienio actual, el Betis, además, ha logrado ganar su tercera Copa del Rey, en la final de 2022 ante el Valencia en la Cartuja. Y la próxima temporada será la novena seguida del equipo verdiblanco en Primera división, una serie solo superada a lo largo de la historia por las diez campañas seguidas en Primera entre 1980 y 1989, con Juan Manuel Mauduit y Gerardo Martínez Retamero de presidentes, con dos clasificaciones para jugar la UEFA en esos diez años (1982 y 1984). Ahora lleva el Betis cuatro clasificaciones europeas -y el título de Copa- desde su último ascenso en 2015.
Pese al récord de expulsiones sufridas, el maltrato de los comités -la sanción a Canales no hay por dónde cogerla- o las graves lesiones de Fekir y Juanmi -máximo goleador de la campaña anterior- que el Real Betis se haya clasificado por tercer año seguido para Europa y haya estado rondando buena parte de la temporada las plazas Champions no se debe a ningún milagro ni nada por el estilo. El técnico chileno Manuel Pellegrini, que en España siempre clasificó a sus equipos -cuando los cogió de inicio- entre los siete primeros y para competiciones europeas (salvo su último año en el Málaga, que no pudo ir a la UEFA pese a ser sexto por problemas de fair play financiero) está haciendo un soberbio trabajo al frente del Real Betis, donde a pesar de las dificultades financieras el consejo ha apostado -incluso poniendo dinero de su bolsillo- por mantener la estructura de una buena plantilla -por supuesto mejorable- cuyo valor de mercado ha subido del octavo al sexto puesto en esta última temporada.
El Real Betis, con Ángel Haro y José Miguel López Catalán al frente, está muy bien dirigido en los despachos y en los terrenos de juego con Manuel Pellegrini. A los recientes éxitos deportivos hay que unir la inminente inauguración de la nueva Ciudad Deportiva Rafael Gordillo de Dos Hermanas, que supondrá un hito en la historia de la entidad, y las obras del Nuevo Estadio previstas para dentro de un año, que seguramente situarán al club verdiblanco en otra dimensión. Y todo es fruto de un excelente trabajo de los distitnos estamentos de un club bien estructurado y con muchos responsables intermedios. Nada de milagros con los que, los que carecen de argumentos, tratan de descalificar un trabajo bien hecho en equipo de un club como el Real Betis que vive uno de los mejores momentos de su centenaria historia. Y a los datos me remito.