En un partido con dos equipos metidos en pleno barro, el Extremadura alivió parte del suyo repellándolo sobre el Lugo, que dio un paso en falso de cara a sus aspiraciones de salvación. Como no podía ser de otro modo, un detalle fue el que acabó decidiendo el duelo.
Álex Alegría puso otra vez la firma a la factura del encuentro. En su debut como titular y ante su nueva afición, se convirtió en el héroe de la tarde. Si marcó en el 86' ante el Rayo, a los 17 minutos puso el 1-0 cabeceando el centro de Nono. En ese momento era el primero; a la postre acabaría siendo también el último.
Eso sí, de primeras no valió, el asistente había levantado la bandera. Pero el VAR corrigió a Ocón Arráiz tras revisar una apretadísima posición legal. El Lugo, pese a todo, lo intentó. Aunque le faltó mucha profundidad. Álex Alegría, Kike Márquez y Zarfino pudieron ampliar la renta antes del descanso, pero Cantero, siempre muy bien colocado, respondió con seguridad.
Tras reanudarse el juego, la segnuda mitad fue un campo de acciodentes. Roberto Olabe se fue al descanso lesionado, Borja Granero pidió el cambio y Kike Márquez también se marchó cojeando. Luego, con los tres cambios hechos, Álex Alegría tendría que ser atendido para jugar los últimos diez minutos muy mermado.
El guion de juego, mientras, fue como el de la primera. El Lugo llevaba la iniciativa, el Extremadura llegaba con más peligro. Nono tuvo el segundo con un tiro desde la frontal del área que repelió el larguero y en los visitantes Cristian Herrera se quedó cerca del 1-1 con un remate desde el corazón del área.
Pero, decíamos, hubo más incidentes que fútbol. En el 69' Lueko vio la cartulina roja y, poco después, su entrenador, Curro Torres, fue expulsado también por protestar. En el 79' Lomotey dejó al Extremadura con uno menos tras una entrada durísima sobre Gerard Valentín.
Los últimos minutos resultaron una clara radiografía de la enorme tensión respirada, con otra expulsión en el banquillo del Lugo incluida. Al final, el que tomó aire fue el Extremadura, que adelantó a los gallegos para quedarse temporalmente a un punto de la salvación.