El faraón Salah guía a Egipto hacia semifinales

Salah es el rey de esta Copa África. Ya ha metido a su país en semifinales, y no sin sufrimiento en la eliminatoria de más nivel hasta el momento, y la estrella del Liverpool aspira a hacerse con el torneo en un Egipto que sueña gracias a su faraón.
A priori, la situación parecía complicada para Egipto, que no partía como favorito ante una Marruecos con futbolistas de la talla de Bono, Hakimi, Amrabat, Boufal o En-Nesyri. Sin embargo, supo aprovechar mejor sus momentos para culminar la remontada.
Porque, encima, el partido se puso cuesta arriba para los de Queiroz en el minuto 7, cuando Boufal transformó una pena máxima algo rigurosa sobre Hakimi. El lateral derecho del PSG supo forzarla a la perfección y el VAR avisó al colegiado.
En los minutos posteriores, Marruecos parecía meter una marcha más con la intención de doblar su ventaja en el marcador. Pero, poco a poco, Egipto se fue expandiendo sobre el terreno de juego para ganar la posesión y protagonismo en zona de ataque.
Pronto, Bono tuvo que intervenir para evitar el gol de Egipto en disparos lejanos de fuera del área de Ashraf y Elneny. Hakimi amenazó con el segundo para Marruecos con una buena falta desde la frontal, y a partir de ahí se perdió el combinado de Halilhodzic.
Y con el descanso, Egipto aclaró ideas para lo que estaba por venir en el segundo tiempo: una fenomenal reacción que encontró su premio en el 53', con el gol de Salah, que aprovechó un mal despeje de Bono en el área pequeña para firmar el 1-1.
Entre tanganas, peleas y parones, el partido llegó a los últimos diez minutos con Marruecos apretando y sacando partido de la inercia que le daban algunas ocasiones a balón parado en las botas de Munir, que en la prórroga fue sustituido tras un gran esfuerzo físico.
Egipto supo leer mejor la prórroga, y eso que tuvo que sustituir a Gabaski, su portero titular por la lesión de El Shenawy. Sobre el 100' de encuentro, Salah encontró pasillo por la derecha, dejó sentado a su par y puso un maravilloso envío al segundo palo, donde remató a placer Trezeguet.
Marruecos se ahogó en la orilla después de tanto nadar frente a Egipto, que está en semifinales gracias a la mejor versión de Salah. Victoria histórica para el equipo de Queiroz, que quiere alzarse con el trono del continente gracias a su faraón más en alza.