Como se ha podido comprobar en casi todas las competiciones hay equipos a los que el confinamiento no les ha sentado nada bien y se han venido abajo.
Uno de ellos es el Aston Villa. La situación del cuadro de Birmingham era complicada antes del parón, pero tras el mismo lo único que ha hecho ha sido ir cuesta abajo y sin frenos.
Y parte de esto se debe a la desaparición de su gran estrella. Jack Grealish ni está ni se le espera por Villa Park. El mediapunta inglés no ha contribuido nada en los ocho partidos que se han jugado.
Cuando se hablaba de una posible cancelación de la Premier en los albores de la crisis del COVID-19 Grealish ya daba alguna muestra de apatía y se especulaba con una posible marcha antes de tiempo.
Ofertas no le faltaba. El Manchester United parecía ser el club con más interés en hacerse con sus servicios debido al muy buen rendimiento que estaba ofreciendo como faro del Aston Villa.
Pero esa luz de guía se ha apagado. Cuatro derrotas, tres empates y una victoria desde la vuelta al trabajo. Cero goles y el mismo agujero negro en la casilla de asistencias.
Incluso los rumores sobre los 'red devils' se han apagado en las úlimas semanas. Este martes está ante la penúltima oportunidad de salvar al Aston Villa, aunque no dependen de sí mismos y deberán esperar un tropiezo del Watford.