No pudo vivir un mejor primer día el canterano. Su vida había cambiado radicalmente en las últimas semanas tras el vacío que quedó en la portería. El estreno contra el Leganés puso la guinda. Porque, además del triunfo extemporáneo, dejó alguna parada vital para la suerte de los suyos.
"En el debut empiezas con un poco de tensión, pero luego ya te vas soltando, vas viendo cómo el equipo va confiando en su juego, en su forma de ser y te adaptas a él. Entonces te unes al equipo y va solo", comentó en declaraciones a la web del club acerca de cómo le fue durante el choque.
Su momento cumbre tuvo lugar en el minuto 77, cuando un cabezazo a bocajarro de Dani Ojeda se colaba para ser el 1-2. Sacó una mano felina y evitó el drama en San Mamés.
"Todavía no la he visto repetida, pero al fin y al cabo es lo que he dicho en el vestuario, es una parada más y espero que puedan seguir siendo muchas más", señaló Unai Simón al respecto.