Santiago Giménez se reencontró con el gol después de casi 3 meses de sequía. No marcaba desde el pasado 5 de mayo, cuando celebró un doblete en la Eredivisie frente al PEC Zwolle. Después, cayó lesionado para las dos últimas jornadas de la Liga Neerlandesa, no pudo marcar en los dos amistosos que disputó México frente a Uruguay y Brasil y tampoco en el único duelo veraniego en el que ha participado con su club ante el Benfica.
Aunque sólo acertó desde el punto de penalti, el 1-1 a la media hora para responder al tanto inicial de Noa Lang, y el 2-3, también desde el punto de castigo para desempatar el choque, fue clave con una asistencia con la que Bart Nieuwkoop hizo el 1-2.
En el otro lado, el PSV, campeón de Liga la pasada temporada, se resistió a perder gracias a la insistencia de Luuk de Jong, que firmó el 2-2 y el 4-4, el último sobre la bocina, también de penalti, y que provocó que la Supercopa de los Países Bajos, sin prórroga, se resolviera desde los 11 metros.
En ellos, el Feyenoord estuvo mucho más acertado, transformó sus cuatro lanzamientos (Lutsarel Geertruida, Ayase Ueda, David Hancko y Luka Ivanusec) y el PSV, con los errores de Johan Bakayoko y de Malik Tillman, cedió su cetro para que el conjunto dirigido por Brian Priske levantara su sexto título de la historia 6 años después del último que consiguió en 2018.