El Freiburg aleja al RB Leipzig del título

El RB Leipzig debía ganar para mantenerse en la lucha por la Bundesliga. Al campeonato le quedan nueve finales, y no está permitido fallar. Los de Julian Nagelsmann gastaron su primera bala ante un Freiburg que sigue sacando petróleo del balón parado.

Esto es lo que nos espera a partir de ahora: gradas vacías, eco, gritos, celebraciones anodinas, banquillos kilométricos, mascarillas y cambios caóticos. Por lo demás, el fútbol sigue siendo fútbol.

El encuentro entre el RB Leipzig y el Freiburg solo fue atípico por el ambiente. Para nada se notó que ambos llevasen dos meses sin jugar al fútbol. El ritmo no fue nada anormal y no hubo que lamentar percances físicos.

Si no fuera por todo lo que lo rodeó, nadie hubiera dicho que se trataba de un partido posparón. Pero así fue. Dejando de lado esas particularidades, el encuentro fue del todo normal.

Frente a frente estaban dos equipos con planteamientos diferentes. Mientras el RB Leipzig apostaba por la velocidad y la verticalidad, el Freiburg jugaba más a la defensiva, buscando con paciencia su oportunidad, a poder ser a balón parado.

El RB Leipzig llevó la voz cantante, y sus ataques se sucedieron con el tiempo, pero se toparon una y otra vez con Schwolow. Sin embargo, el primer golpe lo dio el Freiburg.

Y ese gol llegó, como no podía ser de otra manera, a balón parado. En el 34' el conjunto visitante botó un córner que nadie remató, nadie despejó, y que se paseó por el área pequeña. Gulde fue a rematarlo, pero le pegó con el otro pie, confundiendo a Gulacsi y anotando el 0-1 para el Freiburg.

La celebración, sin contacto (irónico, cuando menos, tras los agarrones y abrazos del córner), nos recordó que seguimos viviendo en los tiempos del coronavirus.

El gol marcó lo que sería la tónica del partido desde ese momento. El RB Leipzig trataría de sorprender a la contra, o con salidas rápidas tras lanzar balones largos, y el Freiburg buscaría las faltas y los saques de esquina sin rubor.

El encuentro se animó, hasta enloqueció, en los instantes finales del primer tiempo, pero los visitantes evitaron que eso se volviera en su contra, durmiendo el balón en el tiempo de añadido para irse al descanso, por turnos, con ventaja en el marcador.

A la vuelta de los vestuarios, más de lo mismo. El RB Leipzig inauguró los cambios en ese momento, algo que es posible que le afectase de cara al final. Una discusión en los compases finales entre un ayudante de Nagelsmann y el cuarto árbitro tras el último cambio del conjunto local evidenció que el RB Leipzig malinterpretó la nueva norma: los cambios al descanso cuentan como 'ventana de sustituciones'.

Esa fue otra de las particularidades de este retorno futbolísticos, los cambios múltiples. Por lo demás, el partido siguió como si tal cosa, pero con el Freiburg cada vez más metido en su área.

El RB Leipzig pasó a asediar a su rival, y era cuestión de tiempo que ese dominio se convirtiera en goles. Schwolow paró todo lo parable, hasta que Poulsen, negado con los pies hoy, igualó la contienda de cabeza.

Con 13 minutos por delante, el RB Leipzig se puso las pilas en busca de un segundo gol, para evitar quedarse descolgado de la lucha por la Bundesliga, pero no fue capaz. El empate reforzó el orden táctico de su rival, e hizo los ataques locales inúltiles.

Peor aún. En el 93', a un minuto de que se cumpliese el alargue decretado, tras una falta lateral que el colegiado dudó en señalar, el Freiburg logró marcar el 1-2. Ese gol hubiera alejado aún más a los 'toros rojos' del tren de cabeza, pero la fortuna se puso de su lado.

La falta se botó al segundo palo. Ahí Höler devolvió el balón al punto de penalti y Koch remató a placer, para desesperación de los locales. Sin embargo, el VAR decretó que el hombro del primero estaba adelantado la último defensor.

Al final, escaso premio para un RB Leipzig que llevó el peso del partido, pero que echó demasiado de menos a un Timo Werner que sigue en horas bajas. El Freiburg, con lo justo, suma un punto que se antoja vital, viendo cómo está la Bundesliga, para aspirar a meterse en Europa.