El pasado curso jugó 30 partidos, 25 con el Stoke en el Championship (600 minutos y dos goles), y los cinco restantes, a partir de enero en el Burnley, de vuelta en la Premier League (sólo 86 minutos, sin goles).
Ha llegado a meditar si colgar las botas, ahora que está libre de toda vinculación con los 'clarets' (firmó por solo seis meses, aunque podría prorrogarlo si así quisiera), pero dice el diario 'Mirror' que una jugosa oferta procedente de China podría hacerle cambiar de planes.
A sus 38 años, irse a China parece el broche perfecto, al menos en lo económico, para la dilatada carrera del altísimo ariete inglés. Aunque no se habla de su posible destino, la oferta es descrita como "muy ventajosa económicamente" para el futbolista.