Es difícil no volverse loco al poner un pie en cuartos de final después de no tener ningún tipo de esperanzas en pasar de ronda, pero ahí es donde se reconocen a los futbolistas que hacen grande este deporte, en la manera de celebrar las gestas.
Tanto en París como en Oporto se vieron dos gestos preciosos por parte de futbolistas que decidieron aparcar la euforia de la clasificación para tender una mano a los perdedores.
Romelu Lukaku, nada más terminar el partido ante el PSG, que se decidió en los últimos suspiros mediante un gol de Rashford de penalti, acudió al lugar en el que se encontraba Kimpembe para consolarlo.
El defensa del club parisino estaba completamente desolado, ya que había provocado el penalti que le costó la eliminación a su equipo, pero la presencia de Lukaku pudo, al menos, consolarle un poco.
6 de marzo de 2019
El mismo gesto tuvo Iker Casillas, uno de los futbolistas más veteranos de la competición, al acercarse a Florenzi. El jgador de la Roma, al igual que Kimpembe, había cometido el penalti de la eliminación y estaba llorando. Casillas, en lugar de celebrar, se acercó a él para aportar un granito de arena en otro gesto que hizo grande al fútbol.
8 de marzo de 2019