En 1912, una importante colonia de palestinos lograba emigrar vía Europa hasta Chile, que había montado diversas oficinas para facilitar el desplazamiento a muchas de las personas que huían de los horrores que empezaban a promoverse en el Viejo Continente.
La situación tampoco era mejor en Palestina y muchos encontraron en Chile un gran lugar de acogida. Tanto, que actualmente la presencia árabe en el país está compuesta mayoritariamente por personas de origen palestino.
La conexión con Chile fue perfecta desde su llegada. Tanto, que unos cuantos emigrantes crearon el Club Deportivo Palestino, club que la pasada temporada regresó a la Copa Libertadores y que logró volver al primer plano del fútbol sudamericano de la mano de Pablo Guede, actual entrenador de San Lorenzo.
Pero la relación entre Chile, Palestina y el fútbol no acaba con tan afamado club, con casi 100 años de historia (96 exáctamente). Las generaciones posteriores de aquellos emigrantes palestinos crecieron futbolísticamente en Chile, pero quisieron defender la camiseta de su país de origen.
De ahí que buena parte de la Selección Palestina esté conformada por jugadores de chilenos, palestinos de tercera o cuarta generación. Ese hecho ha elevado bastante el nivel del combinado nacional de un país bastante castigado por la guerra.
En esta última fase de clasificación estuvieron a punto de pasar a la última fase camino del Mundial de Rusia. Su actuación fue bastante positiva y llamaron la atención a nivel internacional con varias goleadas importantes, como la de este pasado fin de semana ante Timor Oriental (7-0).
Pablo Tamburrini, Jonathan Cantillana y Yashir Pinto son tres de los futbolistas más determinantes de Palestina. Los tres son chilenos, pero de origen palestino. Ellos son la base de una selección que empieza a mirar cotas más altas y que va haciendo historia temporada tras temporada.
Chile y Palestina, dos naciones muy lejanas que encontraron un nexo de unión a través del fútbol para empezar a convivir como hermanos dentro de una nueva patria. Todo un ejemplo para las nuevas generaciones que se están viendo obligadas a emigrar de sus países.