Es la magia de los derbis. Son partidos que, al tener más que tres puntos en juego, pueden relanzar o hundir a sus protagonistas. Este fin de semana se enfrentan en el Carlos Tartiere el Oviedo y el Sporting, en lo que sin duda será el derbi de la necesidad.
El Oviedo es decimonoveno, en puestos de descenso a Segunda B, pero al Sporting no le va mucho mejor. El club gijonés es decimosexto, solo tres puntos por encima de su enconado rival.
Un Sporting que encadena dos derrotas seguidas, la última especialmente grave, por 0-1 en la visita del Numancia a El Molinón. La imagen del equipo no es buena y los resultados no acompañan. La reacción, con las victorias ante Elche y Zaragoza, ya es historia. El Sporting ha vuelto a las andadas.
La paciencia de la directiva con su entrenador parece estar agotándose, y todo lo que no sea ganar al Oviedo en el Tartiere el próximo domingo es probable que desemboque en la destitución de José Alberto.
Dice el diario 'Mundo Deportivo' que tras el descalabro ante el Numancia, Miguel Torrecilla se reunió con José Alberto para transmitirle el respaldo de la directiva, pero también su preocupación por los malos resultados cosechados.
El Sporting, que nunca ha bajado de Segunda, se está asomando esta temporada con demasiada temeridad al abismo. Y caer ante el Oviedo solo lo empeoraría.