Los gatos son felinos, y entre sus características encontramos el sigilo, la agilidad, la velocidad y la sorpresa. Pero hay otra característica de estos habitualmente adorables animales: siempre caen de pie y tienen siete vidas.
Mourinho apodó a Benzema con ese sobrenombre, porque le encajaba por sus cualidades futbolísticas, pero las otras dos representan a Lucas Vázquez. Y ahora más que nunca.
Porque hasta este verano, aunque había sido cuestionado por gran parte del madridismo, no había estado tan a punto de salir del club. Pero ha sobrevivido a otra pretemporada.
Da igual a cuánta gente fiche el Madrid. Da igual que juegue y no rinda al nivel esperado. Lucas evitará, a veces por arte de magia, el tropiezo. Caerá de pie o, en el peor de los casos, gastará una de sus vidas.
Ha pasado de ser prácticamente defenstrado por la afición madridista durante el verano a volver a ser protagonista, y esta vez para bien.
Ha pasado de firmar una pretemporada deficiente (a la altura de casi todos sus compañeros, cosa que conviene no olvidar), de no jugar ni un minuto en el último amistoso previo al inicio liguero y de ser suplente en Balaídos, y ser protagonista en ese primer encuentro de la temporada.
Así es Lucas Vázquez, un animal futbolístico con estrella.
August 17, 2019