Zidane se quedó sin buena parte de sus jugadores por culpa del parón internacional, pero algunos de ellos tienen la oportunidad de llevar los valores del madridismo por el mundo.
Eso es lo que hizo Modric en Bakú. El croata, antes de medirse a Azerbaiyán, mantuvo un encuentro con varios peñistas del conjunto blanco en el hotel de concentración.
El centrocampista no puso ningún impedimento a la hora de firmar autógrafos o echarse fotos con ellos. Justo después, el '10' blanco, ya en plena faena, marcó en el 1-1 de la subcampeona del mundo.