A Martin Odegaard se le está mirando últimamente con lupa. Su sueño es triunfar en el Real Madrid, aunque antes debe dar varios pasos que le permite llegar al conjunto blanco. En Holanda está demostrando su calidad.
En su último encuentro, el joven mediocampista protagonizó una jugada bastante peculiar ante su ex equipo. El noruego marcó un golazo, que después fue anulado con la ayuda del VAR, y su celebración ha levantado ampollas en el Heerenveen.
El futbolista, primero, pidió perdón a la que fuera su afición y luego levantó el puño con rabia. Este último gesto no sentó nada bien y en las redes sociales ya se han quejado de ello.