A Trippier le gusta sentir de cerca el calor de la afición, no cabe duda. Aprovecha cada acercamiento para tener un detalle con su hinchada.
Ante el Celta, sin ir más lejos, volvió a ganarse un poco más a los suyos. Trippier se disponía a lanzar un córner. Mientras el árbitro daba la orden, el inglés conversó con un recogepelotas.
Posteriormente, Trippier miró a su alrededor. Buscaba agua... pero no encontró. La pidió al público. Y ahí estaban sus hinchas.
Trippier se dio la vuelta y, desde la grada, le lanzaron una botella. El árbitro entonces dio la orden, pero al defensa le dio tiempo para dar un trago y devolver la botella al aficionado que se la lanzó.
Un simple gesto que ha servido a Trippier para acercarse a la hinchada del Atlético de Madrid y a los aficionados para darse cuenta de que el inglés tiene carisma y ganas de encandilar a los suyos.
21 de septiembre de 2019