En el Coliseum Alfonso Pérez se estrenó en esta Liga el Getafe de Bordalás, pero no en un partido llamativo. La primera parte fue para apagar el televisor y ponerse con otra cosa, y menos mal que algo sucedió en la segunda mitad para el gusto de los aficionados.
Debutó el Cucho como titular y poco hubo que contar más allá de que Aridane sacó un pase de la muerte y Cucurella envió un balón a las nubes. En 24 minutos hubo un disparo a puerta, en la primera mitad no había hecho ninguno el conjunto azulón.
Roberto Torres buscó sorprender a David Soria con un disparo de larga distancia que no encontró el camino hacia los tres palos y con poco más se fueron los jugadores al túnel de vestuarios.
Los cambios tardaron en llegar y la segunda mitad comenzó con el VAR como protagonista. Jaime Mata logró batir a Sergio Herrera con un disparo a bocajarro que el juez de línea decidió anular por fuera de juego, pero ahí está el VAR para hacer justicia.
La tecnología analizó la jugada y le dijo a Hernández Hernández que el delantero del Getafe estaba en línea y que, por lo tanto, ese gol era completamente legal. Celebró el Getafe, que con un disparo hasta entonces logró ponerse por delante en el marcador. Y todo esto, entre bostezos.
El tanto fue una descarga eléctrica, aunque no demasiado fuerte. Los banquillos se movieron y Marc Cardona tuvo el empate en sus botas de no ser por la gran actuación de David Soria, que no es la primera vez que salva al Getafe.
El meta redujo el espacio, encerró a Cardona y su disparo se estrelló en el muñeco. Fue la más clara y la que no tuvo que fallar Osasuna porque no iba a tener otra igual. De hecho, los de Arrasate no volvieron a gozar de otra jugada similar y Bordalás fue agotando los cambios como estrategia para arañarle segundos al crono.
El Getafe, en un partido nada vistoso, arrancó los tres primeros puntos en su inicio en la nueva temporada y dejó a Osasuna sin la opción de verse líder durante unas horas y a la espera de lo que hiciera el Valencia.