Sin gol es imposible ganar. Una máxima que se cumplió en Balaídos para un Getafe que lo buscó, lo mereció y lo intentó hasta el final. Picó piedra, pero no encontró un oro que sí se llevó el Celta con un simple picotazo a lo largo de los 90 minutos.
Con el papel de equipo más necesitado asumido, el Getafe salió dispuesto a dominar el encuentro y desde el pitido inicial inició casi un monólogo de 45 minutos que no tuvo ni mucho menos la recompensa esperada en el marcador.
Y es que el equipo madrileño pecó una y otra vez de una alarmante falta de mordiente. Llegó una y otra vez con comodidad al área de un Celta que asumió sin problema estar a merced de su rival, pero no había colmillo y las bombillas no se encendían cuanto más cerca estaba la meta de Iván Villar.
Por su lado, el cuadro gallego a duras penas combinaba y casi no inquietaba a su rival en defensa, pero si algo tienen los pupilos de Coudet es dinamita. Y la misma explotó en la única ocasión celeste en el primer tiempo, que significó el 1-0 de Nolito (24').
Pese al mazazo, la idea del Getafe no cambió y apretó de lo lindo en el tramo final de la primera parte para buscar el empate. Las ocasiones aparecieron en los últimos instantes. Ángel tuvo la mejor en sus pies, pero el meta del Celta le ganó la partida y certificó el 1-0 al final del primer acto.
El paso por los vestuarios fue lo más parecido a comenzar de nuevo el choque. Un absoluto 'déjà vu' en el que el guion volvió a repetirse para desesperación de un Bordalás que vio a su equipo estrellarse una y otra vez contra la zaga local.
Ángel fue en todo momento el hombre más peligroso del Getafe. El atacante lo intentó hasta de chilena, pero el empate se resistía y los minutos pasaban sin pausa para complicar cada vez más al equipo del Coliseum.
El Celta renunciaba totalmente a atacar. Ni siquiera disparaba. El Getafe sí lo hacía más a menudo, pero sin puntería y con un seguro Iván Villar el empate se transformó en una auténtica quimera que se materializó con el pitido final.
Los tres puntos fueron a parar al casillero de un Celta que sueña con Europa a costa de un Getafe al que su falta de pegada y gol han metido en un lío morrocotudo para un tramo final de Liga de lo más angustioso.