El Girona ha pasado de intentar reengancharse a la pelea por el 'play off' a ser el equipo más en forma de su zona. La última evidencia la cosechó al derrotar por la mínima al Tenerife en la jornada 37 del campeonato para poner en un compromiso a sus rivales directos.
Y el gol de la victoria lo firmó Franquesa. Poco después del a primera media hora, cazó el rechace de un centro y lo transformó en un misil ante el que Dani Hernández no pudo hacer nada. Su diana premió la ligera superioridad de los suyos, que, aunque convivían con los chicharreros en un clima equilibrado, eran más profundos.
No en vano tuvo que intervenir Hernández en varias ocasiones, algunas de ellas de mucho mérito. Le sacó una manopla providencial a Stuani unos minutos después del 1-0 que pudo esfumar las opciones que los isleños estuvieron apurando hasta el final para buscar el empate.
Pero, por mucho que el equipo apretara, no terminaba de plantarse con claridad ante Juan Carlos y, cuando lo hacía, fallaba. Una de las mejores ocasiones, de hecho, pudo ser de Nono. Pudo, porque, cuando engatillaba a un metro del cancerbero para batirle, le pegó una patada al aire.
La ristra de balones filtrados que cortaba la defensa y de disparos desde la frontal que terminaban saliendo por línea de fondo formaron el resto de las ideas tinerfeñas. Con un Shashoua muy protagonista, Fran Sol no encontró los espacios que necesitaba para desatascar la situación.
Y gran responsabilidad de ello la cargó la línea defensiva del Girona, más segura que la canaria. Atenta al corte y 'antiaérea' en los centros y balones parados incluso con la ayuda de Stuani, que se personó atrás en más de una ocasión, los catalanes cosecharon y aseguraron una victoria muy importante.