No pudo elegir el Girona un momento mejor que el de este sábado para cuajar uno de sus mejores partidos de la temporada. En el momento en el que se podían engancharse definitivamente a la lucha por el 'play off' de ascenso a Primera, los albirrojos dieron un golpe sobre la mesa ante un rival directo como la Ponferradina.
El combinado de Jon Pérez Bolo visitaba Montilivi por delante de los locales, con dos puntos de distancia, y en este escenario se encontraron con un equipo rocoso -más, por lo menos, que en jornadas anteriores-, pese a que concedió algunas oportunidades, pero sobre todo con mucha chispa en ataque.
En el que fue su quinto partido seguido sin perder, Francisco Rodríguez volvió a apostar con Cristhian Stuani y Mamadou Sylla en ataque. El senegalés partió desde la derecha constantemente y generó peligro con asiduidad. Por la izquierda, Enric Franquesa fue un puñal y mostró un nivel excelso bombardeando el área rival de centros.
Juerguen puso algo de mordida en el otro lado del campo, pero fueron los albirrojos los que generaron más y mejores ocasiones de gol durante la primera mitad. Justo cuando terminaba llegó el primero de la tarde: Sylla centró desde la derecha, Samu Sáiz prolongó y Stuani abrió la lata a placer.
Volvieron los futbolistas tras el paso por los vestuarios y, cuando se esperaba la reacción de los visitantes, el Girona aumentó distancias con un golazo de Samu Sáiz, que puso el cuero en la escuadra desde la frontal del área y se lesionó en el momento del golpeo.
Bolo dio entrada en el campo a un Yuri de Souza que pudo recortar distancias, pero su lanzamiento desde la izquierda se estrelló en la madera. Replicó Stuani con un cabezazo al travesaño solo cinco minutos después.
Y en el 84', con con el equipo berciano intentando meterse en el partido, Nahuel Bustos le dio la estocada con un disparo al primer palo en el que José Antonio Caro pudo haber hecho algo más. Ya en el tiempo de añadido, Yuri hizo el del honor para el combinado de El Toralín a la salida de un córner.
Poco más pudo hacer la Ponferradina para detener el magnífico fútbol ofensivo que mostró el Girona, que logró tres puntos importantísimos y que le mandó un mensaje de advertencia al Rayo Vallecano, precisamente, su próximo rival.