El campeonato del Cádiz tendrá que esperar -o no suceder-: el Girona antepuso sus intereses en Montilivi. Gracias a un partido casi impecable en defensa en el que Stuani marcó la diferencia cuando más igualdad había, los catalanes se hicieron con una plaza en el 'play off'.
El argumento catalán para el triunfo fue el mismo en la primera y en la segunda mitad: Stuani y Stuani. No comenzó el encuentro con un dominador claro. Había muchos intercambios de posesión, pero pocas llegadas peligrosas. Y ahí entró en escena el 'Pichichi'.
Le facilitó las cosas Fali. El defensa falló en un pase atrás, Gumbau le robó la cartera y dejó al uruguayo solo en el área rival. Le bastó con superar a Cifuentes con un autopase y coronar su regate con un gol casi a puerta vacía. Metió una marcha más el cuadro de Cervera y no le sirvió de nada.
El problema residía en que no aparecían los hombres de ataque. Gran parte de las jugadas caían por banda derecha y Alejo no era capaz de avanzar. Más en el centro, Malbasic no terminaba de encontrarse y Augusto Fernández tampoco desatascaba el embrollo en zona medular. El más activo era Pombo.
Ya en la segunda mitad, el Girona no dio tantos espacios como en la primera tras su gol y se hizo con el control de la pelota. No generó ningún peligro el Cádiz -de hecho, pudo encajar el tercero- hasta el minuto 83, cuando Mojica cometió un claro penalti sobre Salvi por un manotazo en la cara y fue expulsado por segunda amarilla.
Álex lo mandó al fondo de la red y desató un arreón final que poco tardó Perea en frenar en seco. Le dijo alguna palabra fea al árbitro, pues este le sacó la roja directa sin pensárselo dos veces. Ya en igualdad numérica, los de Juanfran García defendieron el resultado e hicieron de su clasificación al 'play off' una realidad.