La derrota no implica mal juego o malas sensaciones. El Girona desplegó buen fútbol y ofreció una impresión notable, pero el Montpellier convirtió lo que no pudo el equipo local.
Laborde anotó en la primera que tuvo el equipo francés. No habían pasado ni cinco minutos. Los de Montilivi salieron fríos y se toparon con un tanto en contra muy pronto.
Es la segunda derrota del Girona en lo que va de pretemporada, por lo que nada puede preocupar al conjunto rojiblanco. Tras la conexión Delot-Laborde, el Girona tomó la iniciativa.
Borja García y Granell dieron un paso adelante. Marc Gual pudo marcar, también Alcalá de cabeza. No llegó el empate en la primera mitad.
Tampoco en la segunda parte, y eso que Samu Sáiz le puso un lazo a la bola y Granell ponía pases venenosos. Gual tuvo la mejor del Girona, pero se le escapó su remate. Al final, el Montpellier se lleva el trofeo de casa.
Unzué, que este verano ha asumido el reto de liderar el conjunto catalán en un curso en el que el principal objetivo es conseguir el ascenso a Primera, dispuso un 3-4-3 con Juan Carlos Martín; Maxi Villa, Pedro Alcalá, Marc Muniesa; Pedro Porro, Àlex Granell, Seung Ho Paik, Aday Benítez; Borja García, Marc Gual y Samu Sáiz, premiado con el galardón al mejor jugador del partido, disputado ante 2.649 aficionados.
Ya en la segunda mitad, José Aurelio Suárez, Jairo Izquierdo, Jofre Cherta, Kévin Soni, Pau Resta, Yhoan Andzouana, 'Choco' Lozano, Àlex Pachón, Iago López e Ibrahima Kébé relevaron a Juan Carlos, Aday, Borja, Paik, Muniesa, Porro, Gual, Sáiz, Villa y Granell, que en la previa del duelo afimró que "trabajaremos de valiente para devolver a Primera".
"No será fácil, pero el reto es muy motivante. Lo lograremos entre todos", añadió un Unzué que no dio ningún minuto a Seydou Doumbia.