La titánica lucha por evitar el descenso ha llegado a su fin. El Girona se une al Rayo Vallecano y al Huesca como los equipos que vuelven a Segunda División. Y lo hacen los gerundenses tras estar dos temporadas en la élite. La derrota ante el Alavés les ha condenado al infierno.
El sueño del Girona comenzó a finales de la temporada 2016-17. Tras subir, deslumbró en su primera campaña en Primera con Machín en el banquillo. Con Portu y Stuani en lanza de ataque, el cuadro catalán realizó una gran campaña coronada con la salvación.
Sin embargo, lo que parecía que iba a ser la consolidación de un proyecto en la élite ha pasado a ser finalmente el fin de una etapa que quieren repetir a partir de la temporada 2020-21.
El Girona se encomendó a Eusebio tras la salida en verano de Machín. El técnico vallisoletano cambió el esquema del cuadro catalán y pasó a una defensa de cuatro que no terminó de encajar la plantilla.
La primera alegría de la temporada llegaría en Montilivi, un estadio en el que, precisamente, se han escapado muchos puntos. Y es que el Girona perdió su fortaleza y se convirtió en el peor local de toda la categoría.
La falta de puntería de un Portu que estuvo a punto de marcharse al Sevilla fue otro factor determinante en el futuro del Girona. El delantero, que había sorprendido en su estreno en la élite, comenzó con la pólvora mojada.
Pese a todo, Eusebio demostró que es capaz de cambiar situaciones. Aguantó en el puesto y se encomendó al estilo de Machín, con tres centrales, dando la oportunidad a un Pedro Porro que sido una de las grandes alegrías y revelaciones de toda LaLiga.
El Girona firmó una gran primera vuelta. 24 puntos, a solo cuatro de Europa y situado en la novena posición. Pero llegaron las lesiones y con ello la fragilidad e incertidumbre en una plantilla que contaba con el único hombre capaz de hacer sombra a Messi y Suárez en el 'Pichichi', Stuani.
La victoria ante el Leganés a mediados de marzo parecía haber acercado mucho la permanencia. Fue ahí donde se acabó el fuelle para los de Eusebio, que firmaron una de las peores rachas de la campaña.
Seis derrotas consecutivas condenaron a los de Eusebio a tener que luchar por la permanencia. Demasiados puntos que se fueron mientras los rivales se iban acercando. Con una lucha tan encarnizada, cada empate podía ser oro de cara a las últimas jornadas.
El triunfo ante el Sevilla le dejó en una buena situación que tendría que refrendar en el Coliseum. Pero la baja de Stuani pesó demasiado y se volvieron a meter en un pozo del que no han podido salir, cayendo definitivamente en la última jornada de esta Liga Santander.