El delantero del Milan Olivier Giroud no solo destaca dentro del área, sino que también lo hace fuera de los terrenos de juego. El francés mostró su lado más personal en una entrevista concedida para la revista 'GQ'.
"En la primera temporada con el Montpellier no tenía gafas. Cuando mis amigos y familiares me vieron en la tele me apretaba los ojos, me decían que tenía un problema, así que en la segunda temporada fui al oftalmólogo, que me preguntó cómo era posible que pudiera marcar con la vista que tenía. Me aconsejó que me pusiera lentillas. Es divertido porque en la segunda temporada ganamos el campeonato y yo fui el máximo goleador gracias al oftalmólogo", admitió el galo.
Además, Giroud también desveló sus manías en cuanto al pelo: "Mis compañeros se burlan de mí porque cuando juego siempre tengo el pelo arreglado, incluso al final del partido. El secreto es un repaso sobre el pelo mojado, luego un poco de cera y luego, para arreglarlo, laca. A veces, cuando hago demasiados disparos a la cabeza, no quedan perfectos..."
Y concluyó con sus gustos alimenticios y alguna que otra obsesión: "Siempre como Tiramisú cuando voy a un restaurante, siempre lo busco en los menús, me gusta terminar las cenas así. Me encanta el café, necesitó al menos dos por la mañana. Y me encanta coleccionar relojes. Me gustan las diferentes marcas, para mí también es una inversión".