El joven futbolista cedido por el Mónaco estaba rodeado de tres rivales del conjunto ucraniano, pero demostró la calidad necesaria para zafarse de ellos gracias a un excelente control de pecho en el centro del campo.
Con un solo bote del esférico en el césped, Gil Dias empaló con su pierna izquierda la bola. Su remate, potentísimo, cogió una parábola que sorprendió a Denis Boyko , que no pudo hacer nada ante el golazo que firmó el jugador del Olympiacos.
De esta forma, el conjunto griego se volvió a poner por delante en el marcador, después de que el Dinamo de Kiev empatase el tanto inicial de Koka gracias a la diana que firmó Buyalsky.
14 de febrero de 2019