Apenas se había cumplido el primer cuarto de hora en Escocia, cuando una pérdida de Origi en la frontal del área del Nápoles iba a tener un desenlace trágico para el Liverpool.
Con un simple toque, Mertens conectó con Insigne al espacio. El vertiginoso atacante italiano aprovechó el desajuste defensivo 'red' para trazar una diagonal y fusilar a Mignolet.
La jugada marca de la casa del delantero napolitano puso en pie a los aficionados congregados en Edimburgo, sorprendidos por la precisión del disparo que se alojó al fondo de las mallas.
Minutos después, Insgine volvió a erigirse como coco del Liverpool, sirviéndole en bandeja el 2-0 a Milik, poniendo contra las cuerdas al flamante campeón de la Champions League.
28 de julio de 2019