El 0-0 se mantuvo inmóvil durante los 90 minutos de juego. Atlas tuvo mayor presencia ofensiva, pero el fútbol no se gana a los puntos y sí a los goles. Y estos tuvieron que llegar desde los once metros.
Dorados se mostró muy acertado desde los once metros y marcó sus primeros lanzamientos. Atlas empezó a ponerlo fácil para los de Maradona, ya que erró el tercer y cuarto lanzamiento.
Ante esa situación, Servio aceptó el reto de enfrentarse al penalti decisivo. El meta se hizo famoso por llevar a Maradona, su entrenador, tatuado en su muslo, pero ahora también lo será por su tanto y su celebración.
Apenas empleó fuerza para superar a su homólogo en Atlas y se fundió en un sentido abrazo con el técnico, que ya tiene a sus Dorados en cuartos.
27 de febrero de 2019