A veces, las inclemencias metereológicas hacen que jugar un partido de fútbol se convierta en poco más que una odisea. Un campo encharcado hace que pasar o tirar sea incluso más difícil.
Bien lo sabe el Plymouth Argyle, que pasó de poder marcar un gran gol a hacerlo en una jugada embarullada ante el Bolton Wanderers. Y todo por culpa de la lluvia en el terreno de juego.
El conjunto local recuperó la pelota en el centro del campo, se quedó el balón a medio camino del área y salió el portero del Bolton, pero antes llegó el mismo jugador del Plymouth.
Con todo a favor para marcar desde la frontal, dicho jugador se pasó de frenada mientras el balón estaba encallado. Llegó un compañero para tirar, pero tampoco llegó a portería hasta que un tercero marcó por la escuadra.