Todo ocurrió en un córner que el Burnley sacó desde la esquina izquierda. Un jugador remató de cabeza y el zaguero, que se encontraba dentro del área pequeña, desvió el balón. Aun así, Darlow consiguió tocar el balón.
El portero despejó hacia arriba, por lo que el esférico tocó en el travesaño y volvió hacia él. Mientras se caía, el guardameta del Burnley no pudo volver a desviar el balón, por lo que acabó entrando.
Kevin Long marcó el tanto del empate en un momento decisivo, ya que el final del choque se estaba acercando. La mala suerte del guardameta del Newcastle le costó el empate a cinco minutos del final.
31 de enero de 2018