En primera posición de la segunda categoría holandesa, con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo, el Cambuur se ha quedado sin poder subir tras un año haciendo méritos.
Más allá del premio deportivo, no subir es todo un golpe a la economía de un club muy modesto. "Es una mala semana para nosotros, tengo jugadores que ganan 1.000 euros brutos y que de haber ascendido podrían pasar a ganar 2.500, 3.000 o 5.000", declaró el entrenador Henk de Jong.
"Todo esto es algo que se está arrebatando a sus hijos y a sus familias", señaló al periódico 'De Telegraaf'. Tanto el Cambuur como el De Graafschap se han quedado sin ascenso aunque vayan a juicio.