El Eibar tiene un grave problema. La derrota ante un efectivo Granada le deja más cerca de una Segunda División que empieza a vislumbrar, sin aparente remedio, en unas semanas.
Mendilibar no da con la tecla que le saque de la espiral en la que ha entrado. Y, como a lo largo de toda la temporada, el Eibar falló atrás, pese a poner defensa de tres y con Sergio Álvarez atrás.
El Granada sueña con Europa. Al igual que la temporada pasada, confía en un 'rush' final, con un calendario de infarto, para asaltar alguna de las primeras siete posiciones.
Flaqueó la zaga del Eibar en dos de los cuatro goles del conjunto nazarí, un problema endémico que puede servir como acta de defunción del cuadro vasco, en depresión.
Soldado encontró oro entre espacios. El delantero aprovechó una mala salida de la zaga para quedarse solo y, desde la frontal, clavar el primer clavo de la tumba 'armera'.
Crecido por el resultado, el equipo de Diego Martínez marcó el segundo a balón parado, en una segunda jugada que aprovechó Puertas desde la frontal, previo toque de Atienza antes de entrar en la portería.
Si a algo se agarra Mendilibar es a la lucha de sus delanteros. Desprendió magia Bryan Gil, si bien se apagó con el paso de los minutos. Pero con su apagón apareció Kike García, con una caño en el área a Vallejo.
Perdonó antes el Eibar con Pedro León y, con el tanto de Kike García, quiso sacar la cabeza. Lo vio Diego Martínez, que de nuevo cambió el tablero de ajedrez y dio entrada a un Kenedy con ángel.
Tardó el jugador del Chelsea solo seis minutos en darle con un lazo el tercero, para desgracia del Eibar, a Soldado, el segundo en la cuenta particular.
Pero Kenedy no se quedaría ahí, y es que con un tremendo regalo de Cote, al dejar flojo un balón de cabeza a Dmitrovic, firmaría el cuarto y último tanto nazarí en Los Cármenes.
Sueña el Granada, tiene pesadillas un Eibar al que cada vez se le escapa más la salvación. Queda a cinco del Valladolid, el equipo que marca la gloria de la decepción.