Queda abierto el debate europeo en LaLiga. Reabierto, en este caso, porque el Granada ha pasado de pensar en Europa a conformarse con una gran temporada que, por momentos, parecía quedarse sin guinda continental.
Pero, al menos, habrá posibilidades de que la bolita andaluza se cuele en algún sorteo la próxima temporada. Y todo gracias a una victoria que aprieta sobremanera la lucha por un billete para la Europa League.
El Granada empezó como tiene acostumbrados a los suyos. No tuvo problemas en ceder la bola al rival. A cambio, le pagó con una moneda que casi nadie quiere: orden defensivo y solidez a raudales.
La Real se apoderó de la bola y tuvo dos ocasiones en los pies de Portu, pero sufrió el primer estacazo en el primer acercamiento nazarí. Puertas, en el 21', mandó a la red un buen pase de Duarte con un certero cabezazo tras adelantarse a Le Normand.
Un gol así suele hacer mucho daño. Entre tanta posesión, que se adelante el rival suele pasar factura, pero los de Imanol Alguacil intentaron responder y esquivar al bajón.
Antes del descanso, Barrenetxea tuvo hasta dos balones al palo. El primero, en un centro pasado con la zurda con más veneno que intención. El segundo, justo antes del pitido final, tras un roce milagroso de Rui Silva a un gran disparo abajo del canterano. Pero lo que acabó llegando, entre medio de las dos maderas, fue el gol de Soldado.
La polémica acompañó al tanto. El '9' estaba en fuera de juego cuando era buscado por un buen pase en profundidad. Pero Llorente quiso cortar, aunque con la mala suerte de darle la bola al punta. Este marcó y el colegiado dio validez tras la revisión del VAR,
La segunda parte soñada, el final temido
El paso por vestuarios le dio a la Real, ni más ni menos, la reacción que todo equipo desea cuando va por debajo en el marcador. Primer minuto, saque de esquina a favor y gol para descontar.
Mikel Merino aprovechó un balón muerto en el área para batir a Rui Silva. El tanto dio alas a una Real que dispuso de un arreón con dominio de bola y terreno durante muchos minutos. El Granada seguía a lo suyo, rozando la pefección con un muro de contención que solo cayó en la recta final.
Tuvo que haber caído antes, en el 65', pero Willian José dejó el fallo de la jornada ante Rui Silva. Definió horrorosamente mal tras una delicia de pase de Oyarzabal.
El paso de los minutos fue diluyendo la fe realista y dando confianza a un Granada que avisó en algún contragolpe. Sin embargo, llegó el empate de Oyarzabal a siete minutos del final.
La entrada del canterano Djouahra fue clave. Se marcó un jugadón en el área minutos antes de asistir desde la derecha a su compañero, que batió de primeras y a la escuadra al portero para poner el 2-2 en el marcador.
No renunciaba la Real a la victoria tras el tanto, pero lo que acabó llegando fue el golpe encima de la mesa de Duarte. Machís puso un balón medido al segundo tiempo para que el defensa rematase e hiciese soñar a los suyos.
El triunfo deja al Granada noveno con 50 puntos, a uno de Valencia y Real Sociedad. Los donostiarras siguen sin cogerle el ritmo a la recta final y ven peligrar, y mucho, su plaza europea.