Este Granada es de otro mundo. No se deja pisotear por nadie, ni lo hizo frente al United y sigue sin hacerlo en Liga, donde prácticamente se ha asegurado la permanencia en el José Zorrilla. Una victoria que vale que tres puntos.
Mientras que para el conjunto de Diego Martínez parecía ser mero trámite, el Valladolid se jugaba la vida. Porque el descenso está a un punto y el equipo pucelano, por momentos, no da visos de reaccionar.
El guion de partido fue inesperado, ya que el Valladolid dominó la primera parte, tiempo en el que se esperaba a un Granada más fresco por el desgaste de la derrota en el Nuevo Los Cármenes ante el United.
De aquel partido, el equipo nazarí sacó cosas positivas, pero se llevó un 0-2 bastante negativo para la eliminatoria. En Old Trafford terminará de decidirse todo. Y el Valladolid trató de hacerle correr, de que pagara ese esfuerzo extra de la Liga, pero no lo finiquitó cuando pudo...
Y entre el empuje del primer tiempo, el Valladolid logró adelantarse en una acción aislada de Kenan Kodro, pareja en ataque de Sergi Guardiola. El delantero vasco fue derribado por Vallejo en el área y Orellana se encargó de transformar la pena máxima ante su ex equipo.
Las sensaciones del Valladolid hasta el momento eran bastante buenas. El cuadro de Sergio González no esperó en ningún momento en su campo, lo que en otras ocasiones le costó caro, y fue a presionar arriba al Granada para incomodarle en la salida de balón. Y lo consiguió en la primera parte.
Sin embargo, el Granada, tras el descanso, fue creciendo poco a poco. Eso sí, para ello, se echó en los brazos de su Flash de confianza, 'superMachís', que electrocutó el partido en el José Zorrilla para que el encuentro solo tuviera color rojiblanco. El venezolano cambió todo por completo.
Primero amenazó con su habitual jugada y un disparo al palo largo que se fue rozando la escuadra, pero su mayor influencia tuvo lugar en la moral del equipo andaluz, que no estaba fino, le costó entrar en el partido y nunca gozó de esa frescura que le ha llevado a conseguir tan buenos hitos.
El Valladolid perdió metros y el Granada amenazó en primera instancia en un gol anulado a Puertas en el 76'. Dos minutos después, asistencia de Foulquier desde la derecha y definición de genio de Jorge Molina, que nunca falla. Pero el Granada no terminó ahí su asedio. El Pucela estaba absolutamente 'k.o.'.
Y cayó el segundo. Otra jugada rápida por la izquierda, se le fue el control a Machís, pero llegó Quini para controlar, recortar en la frontal y sacar un derechazo que se convirtió en gol y que celebró hasta el último miembro de la expedición nazarí. El Granada está muy vivo, y ni el United le amedrenta...