El Real Betis, además, fue el conjunto que le dio, hace dos veranos, el premio del ascenso a las tinerfeñas, y que el año pasado dejó en la cuneta a otro equipo canario en la lucha por la elite, el Fermanguín de Gran Canaria, otro aliciente más para el espectáculo, que inauguró Patri Gavira, con la testa, antes de cumplirse los primeros veinte minutos de juego.
La sangría verdiblanca fue a más, y el conjunto de María Pry era incapaz de frenar el ritmo impuesto por las isleñas, que en el tramo final del primer periodo ya vencían por un claro tres a cero, tras el segundo tanto de Virgi García y el tercero de la nipona Ayano Dozono, antes de enfilar el descanso.
Tras el descanso, continuó la insistencia granadillera, pero las de Heliópolis habían salido claramente a defenderse para no encajar más goles en su casillero, pero los achuchones locales morían en las tareas de contención visitante, hasta que ya, en el tramo final del partido, quizás por el agotamiento, las béticas encajaban un nuevo y definitivo tanto, por medio de Silvia Doblado.