Tras haber disputado los cuatro primeros compromisos oficiales de la temporada 2015-16, el Hércules ha obtenido cuatro de nueve puntos posibles en Liga y ha quedado apeado de la Copa del Rey, tal y como le pasó en el arranque del ejercicio 2015-16.
El Hércules ha cambiado la derrota ante el Eldense, el empate frente al Huracán y la victoria contra el Olímpic de Xàtiva de la pasada temporada por un triunfo en la jornada inaugural contra el Atlético Levante, un empate fuera de casa frente al Alcoyano y un severo traspié en el estadio Rico Pérez contra el Villarreal B.
Si la pasada temporada el Hércules cayó eliminado en la primera ronda de la Copa del Rey contra el Eldense en Alicante, en esta ocasión se ha despedido del torneo también a las primeras de cambio pero contra el Lleida y jugando a domicilio.
No ha cambiado tampoco el clima de crispación en torno al equipo y, más concretamente, hacia la figura del delantero Javier García Portillo, centro de las críticas de gran parte de la afición por su rendimiento y su parentesco con Enrique Ortiz, empresario que ha dirigido el Hércules los últimos quince años.
Portillo tuvo que escuchar en su estadio frente al Villarreal B cánticos pidiendo su marcha, tal y como un año antes le tocó vivir en Elda por parte del millar de aficionados herculanos que poblaron las gradas del estadio Pepico Amat.